Ojos verdes #3 Muelas del juicio

Me quitan las muelas del juicio. Me espera una día largo, y una semana aun más larga.
He oído que no podre hablar (no se por cuanto tiempo), por algo de los puntos, lo que supondrá un reto para mí.
Me gusta el silencio. Es algo único. Frágil. Tan frágil que puede romperse con un suspiro, o un pequeño movimiento. Hay silencios de todas clases. Silencios dormidos, silencios melódicos, silencios apasionados, silencios asustados, etc. A veces, tenemos que cerrar los ojos, y escuchar ese silencio. Descubrir lo que esconde, y disfrutar de esos instantes.
Es la primera vez, desde que tengo memoria, que paso por un quirófano. He llegado a la conclusión de que no le tengo miedo al quirófano. O a los hospitales. O a la anestesia. Le tengo miedo a la incertidumbre. A la inexperiencia. Al saber que durante el tiempo que este bajo la anestesia, no tendré control sobre mi cuerpo, solo funcionare como si estuviera durmiendo. Un sueño artificial.
A eso le tengo miedo, a no tener el control. Un miedo ansioso. que me paraliza.
Hablando de anestesia, hace unos años vi en Pulseras Rojas  Polseres vermelles, que al operar a algunos de los personajes les hacían partir un recuerdo en dos. Y más tarde, me lo contaron, es algo que se hace realmente. Lo que me sorprendió mucho.
Pero bueno, ya tengo mi recuerdo seleccionado. Es el mejor que podría haber pedido para la ocasión.
No os puedo contar mi recuerdo, no ahora. Es algo simple, y especial. Como un silencio. Pero un silencio melodioso. Puede que lo comparta algún día. Es un recuerdo compartido. Un recuerdo a 5.
Un recuerdo que quedará ahí, dentro de un quirófano. Y sobre todo, dentro de mí.